Acerca









 Me llamo Antonio López Canto, vivo en la aldea de Las Pajanosas, tengo 33 años,estoy casado con Guadalupe Dorado y tenemos un niño, Antonio que es lo mas bonito que te puede pasar en la vida.

Además de todas estas cosas, me gusta correr, para algunos les resultara rato..."correr..¿eso es de cobardes y de malos toreros...?" yo siempre contesto lo mismo "si tienes cojones vente conmigo a rodar un ratito", y a los que nos apasiona este mundo es algo adictivo y esencial en nuestra vida.

No se muy bien de donde me viene la afición por practicar este deporte, siempre he sido de otros deportes ( fútbol, tenis) pero no de atletismo. Existe un momento en mi vida donde me doy cuenta que correr me hace sufrir pero a su vez una satisfacción por lo que hago que sucumbe ese sufrimiento. Éste momento sucede cuando yo tendría 12 o 13 años, un amigo me dice que lo acompañe hasta Guillena a recoger su coche que lo tenia en el taller, yo le digo que si creyendo que el trayecto lo haríamos a dedo (autostop) como tantas veces hemos hecho los chavales de mi pueblo para ir hasta Guillena. Cual es mi sorpresa cuando llegamos a la carretera y me dice: "Vamos.." y yo le respondo :¿como? ¿corriendo?...
Guillena se encuentra a 7 Km, y para un chaval de 12 años era cuanto menos para pensarselo, pero como soy un tío que le encantan los retos, pues cogí la carretera y llegue a Guillena.
Llegue con dolor de costado y parándome una sola vez, pero llegue. Por la noche sentía una satisfacción muy grande por haber logrado aquello, y esa satisfacción tenia que estar mas veces presente en mi vida, me gustaba esa sensación de ponerme un reto y conseguirlo a base de esfuerzo y sacrificio. A partir de ese momento continué corriendo con la única persona que corría en el pueblo, mi amigo Sergio, él es 5 o 6 años mayor que yo, el recorrido casi siempre era el mismo, salíamos desde Las Pajanosas dirección Guillena y llegábamos hasta el puente que se encuentra casi a mitad de camino y vuelta al pueblo, un recorrido de unos 5km aprox/ 3 veces por semana. La constancia hizo que me pusiera en forma y que me encontrara bien, tanto es así que recuerdo algunos piques a la llegada del pueblo en los que yo decidía apretar y el se quedaba rezagado, que con esa diferencia de edad no es fácil.
Pero llego un tiempo que, entre los estudios, mi compañero se mudase a Guillena y demás motivos, deje de correr, las carreras quedaron aparcadas y tomaron más protagonismo las juergas con los amigos, jugar al fútbol, lo típico en un chaval de 16,17 años.
También recuerdo cuando uno de mi pueblo termino una Maratón de Sevilla y otros dos solo consiguieron llegar a la 1/2. Aquello para mi era algo inimaginable, como subir al espacio mas o menos. Pero también me decía a mi mismo, lo mismo tu algún día consigues hacer una maratón.

La dejadez y el abandono al deporte me llevo a coger mucho peso, 96 kg es el último recuerdo que tengo subido sobre un peso. Ahí hubo otro punto de inflexión en mi vida, me negaba a estar así y decidí empezar a perder peso, conseguí quitarme 6 kg, pero aún pesaba bastante. La solución sabia donde estaba, pero esa solución acarreaba sacrificio y eso me gustaba menos.

En Octubre de 2010, a un año de la fecha de mi boda decido ponerse decente para la ocasión y quedo con mi cuñado y algunos amigos suyos de Gerena para salir a correr e intentar quitarme todos los kilos que me sobraban, ellos ya estaban algo más metidos  en el mundillo de las carreras. Las quedadas para correr eran asiduas, pero los kilos no desaparecían y eso me hacia desesperar, aunque por otro lado me daba cuenta que las buenas sensaciones que tenía a los 15 años seguían estando conmigo.A poco que entrenaba encontraba mejoría.

Llego la primera carrera de mi vida, la "VIII edición de Carrera Popular de Gerena", con mas pena que gloria la termine, 7,700 metros y un tiempo de 35 min y pico, no estaba mal. Seguía entrenando y al cabo de un mes, mes y medio los kilos desaparecieron. Algo ya había conseguido, tanto esfuerzo y sacrificio había merecido la pena.

Después de la carrera de Gerena vino el "Cross de Internacional de Italica", prueba mítica donde las haya y cerquita de casa. Nos apuntamos todos los amigos de Gerena, vaya ambientazo, jamas pensé que una prueba de atletismo podía atraer a tanta gente y de tantos sitios. Esto de las carreras empezaba a gustarme aun más.
Esta prueba también la termine, eso sí, esta vez entre por delante de todos mis amigos. El sacrificio era ya más llevadero y la satisfacciones mucho mayores.

Pasado el cross de Italica, no se nos ocurre mejor idea que plantearnos correr la "XXVII Edición del Maratón Ciudad de Sevilla", casi na lo que nos acabábamos de plantear , una autentica locura, sin apenas preparación ( por lo menos en mi caso que lo máximo que había corrido eran 17km a lo sumo, y sin entrenamientos previos ni na de na,... de locos). Entrenábamos dos o tres días a la semana una hora y poco más de carrera continua. Poca cosa para la magnitud del reto al que nos íbamos a enfrentar.
Después de cada entrenamiento, del cual llegaba dolorido por todos lados, recuerdo que miraba el perfil de la maratón y me repetía, esto es mucho para ti, esto no está a tu alcance.
Llego el día que se cerraba el plazo de inscripción y me apunte, más por arrogancia que por preparación. El reto ya estaba servido ahora quedaba luchar y sufrir para conseguirlo y.... se consiguió.
Me costo 3h45min cruzar la meta y entrar a formar parte de la gran familia MARATONIANA. Otro reto conseguido, quizás el mas difícil que me haya planteado, y del que más orgulloso estoy. Jamás pensaba que podía dar tanto de sí, pero hay veces que hasta tu sorprendes de lo que eres capaz de hacer.

Las carreras han seguido en mi vida, he aprendido a correr con algo de sentido, a coger experiencia de cada una de las pruebas que disputo, a sacarles el máximo rendimiento de ellas, a conocer a gente maravillosa, de esas que solo te las encuentras en este mundo de las carreras, donde en la mayoría de los casos reina el compañerismo, la amistad, el buen rollo en general y no como en otros deportes que el protagonismo y el afán de superioridad hace que me decline aún mas por el atletismo.

Del resto de vivencias y demás carreras en las que he participado las comentare en el blog para que sigáis sabiendo más sobre mi vida de corredor.

¡¡¡Nos vemos corriendo!!!


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